EL OPIO DE LOS PUEBLOS
La oligarquía cansada de matar “comunistas” de modo selectivo
pensó que con la guerra sería más barato
Entonces empezó “el reguero de lágrimas de los mismos
que crucificaron a Cristo”
aunque repetían con el moco tendido en plena misa
que “Cristo era la única esperanza.”
Después llegó el terror entre las noches de la peste negra
La Operación Cóndor de América Central
Aquí se conoció
como Alianza Militar-Demócrata Cristiana (1980/88),
con las horribles noches de 35 muchachas y muchachos sacados de sus casas
por los escuadrones de la muerte
pretextando la presencia guerrillera en el país
En poco tiempo se alzaron
en el aire las humaredas “del opio de los pueblos”:
calificación precisa
del sabio Carlos Marx
cuando hablaba de droga
mejor digo de religión hablaba
Los explotadores de pueblos la distribuyen gratis
a través de sus redes
de curas de “pastores” de animales, y de otros “dadores de la palabra” envenenada
de los medios
de predicar obediencia a los patronos
Los empresarios necesitan darle religión en polvo y paja a toda la familia:
empiezan por los niños
El opio de los pueblos es el agua bendita que no falta
en la pila bautismal de la mala conciencia
de las patronales…
Los capitalistas adoran a la religión
con el mismo fervor
que adoran a las ametralladoras
para reprimir a los trabajadores que se alzan en huelga…
¿Acaso no es guerra declarar
huelga al patrono
que cuando paga el salario roba la plusvalía
a la vista de todos y de todas?
¿Y la lucha de clases que ha construido historia
a dónde queda?
Los explotadores tienen fe en los hierros que matan
sin metáfora
en las leyes que oprimen
y en la religión que endroga y reconforta
en el nombre del padre del hijo y del espíritu santo
o sea de la “Trini”
que el Emperador Constantino
impuso en el Concilio de Nicea del año 325,
de lo contrario, curas largos de lengua,
el Papado de Roma
no le habría otorgado el título, de Constantino “El Grande”.
UN FANTASMA APARECÍA EN SAN SALVADOR 1974
-I-
Si te miraras hoy ante el espejo del cabello sombreado y entrecano
con el rostro alterado de tus inventivas
caminando a trancazos en la ciudad oscura
nada te extrañaría
El poder está intacto entre las mismas manos
aunque lo representen otros
con el malabarismo “democrático-representativo” de la burguesía
Los vende-patria de hoy son como los de ayer
desclasados:
periodistas, locutores, militares, abogados, burócratas de corbata reversible
y otras variedades de lúmpenes
sin madre…
En los doce años de la guerra civil que impusieron los ricos (1981/1992)
y masacraron encima de tu sangre
la cuenta de los muertos
aumentó 80 mil.
La mitad de la nación salvadoreña
se marchó del país tragando la saliva de la fatalidad
y logró llegar viva con piernas todavía a gringolandia
después de irse colgada de los trenes de carga a lo largo de México,
donde para variar, tuvo que aguantar hambre
y ser arrastrada por el Rio Bravo
y aventada sobre el muro yanqui
y escapar de morir disecada en el desierto de Arizona
y de ser cazada a tiros por los guarda-fronteras
-II-
Se fue media nación salvadoreña para ganar maltrato de los gringos
a fin de remesarle nostalgias al país
“¡de su vida hecha mierda para siempre!”
La oligarquía local sigue siendo la sucia de los siglos
que lustra sus mansiones con el cinismo de los oportunistas
Los militares que antes urdían “los complots de subversivos”
pensando en reprimir nuestra poesía
se mostraban “heróicos” en la Universidad
atacando los libros de las bibliotecas,
aunque muy fatigados con dolor de cabeza…
Ahora son empresarios
y en la guerra civil aprendieron “el oficio”
de traficar con drogas y armas, asaltar bancos,
secuestrar y exportar niños de pecho
tomados en combate,
para el mercado yanqui de órganos humanos.
-III-
Durante aquella etapa que anduviste osado en la ciudad
de Guerrillero que aparecía y desaparecía
la situación política
se puso muy difícil…
Tu audacia, audacia, audacia, a lo Dantón
nunca fue controlada Roque Dalton
eso habla bien de ti ¡sólo tu parigual, se llama viento!
El poeta, Rafael Góchez Sosa, que apetecía andar de noche por las calles
desafiando al peligro de la capital salvadoreña
tuvo la sensación fugaz
de haberte visto al sur de la calle Gerardo Barrios,
y recordó que tú eras Guerrillero clandestino
En la imaginación de nuestra gente
todo se hace posible:
decían “que te movías camuflageado de Cadejo Negro o de Cadejo Blanco
que recorrías calles y cambiabas de acera
ante el instinto de que alguien te reconociera”
Unas veces cruzaste por detrás el camino
y otras por delante, puesto que sostenías para el caso
que las “ganas”
si deveras son “ganas”, se vuelven una brújula infalible
y jalan mucho más que una yunta de bueyes”
-IV-
Sobre eso “casaqueaban” con el incorregible Chepe Vides
justificando aquella filosofía donjuanesca
que hubiera sido cierta para “los gallos giros"
y no para muchachos creadores de Jodarrías
Aquello parecía demasiado imprudente
para las reglas del clandestinaje partidario
Aunque te disfrazabas hubo algún compañero que entró en duda:
¿fuiste vos o fantasma lo que vio Góchez Sosa?
“aunque lo más difícil de ocultar es la forma de andar
que tenemos marcada”.
De los años 1974 en adelante,
el paisaje local fue de ¡pon…pon! por todos lados…
Estallaban las bombas hechizas o caseras
pero bombas al fin, de la Guerrilla
que ensayaba su técnica
de lanzar propaganda por medio de explosiones…
(Del libro inédito de Tirso Canales “Recordación Florida
del Compañero Roque Dalton y su Tiempo”) |